Un buen antídoto para gestionar la ira es eliminar las habituales frases mentales:
“Me fastidia que los demás no se parezcan a mí o no hagan las cosas como yo las hago"
“Odio que las cosas no salgan como yo quiero"
Es excelente incorporar esta forma de pensar:
Todo lo que nos sucede en la vida no es ni bueno ni malo, simplemente es...
Para nuestra felicidad es ideal aceptar a los demás tal y como son apreciando sus diferencias como algo enriquecedor.
Los fracasos no existen, son simplemente consecuencias de nuestro aprendizaje.
Y la risa... que es gratuita, nos alegra el alma, enciende los corazones de los que nos rodean y nos une más a ellos.